Lo prometido es deuda, empecemos por "El
año que fui maestra de cuarto de primaria en Cádiar".
Cuando me dijeron que este año
iba a ser maestra en Cádiar me puse muy contenta, ¡Está en Granada! ¡Qué bien!.
Luego, cuando pude pararme a mirar el mapa, descubrí los kilómetros y todas las
curvas que esperaban en mi camino.
La llegada fue estupenda, el cole
era pequeñito y todos los maestros se conocían y se llevaban estupendamente.
También recuerdo el primer día que nosotros nos conocimos:
Alicia, Patricia y Laura eran "las súper
amigas" y se sentaron juntas, no paraban de reír. Mayka y Houssine
llegaban nuevos al cole, muy tímidos, pero todos los recibimos con los brazos
abiertos. Manu y Alberto estaban emocionados con la vuelta de Nilo
al colegio y querían contarle todo lo que había pasado estos años. Samantha
tenía sus orejas de gato y hablaba en inglés con James, me pareció muy
divertido porque yo los entendía. Iraida se sentaba cerca de mi mesa con
su sonrisa y al fondo de la clase muy tímido también estaba Álex, contento
por volver a ver a sus compañeros. No me olvido de mencionar a Sergio y
Pedro, que se llevaron un trocito de nuestro corazón cuando se fueron, ni
tampoco a Abdessamad, que vino como un huracán que nos dio muy buenos
momentos también.
Juntos hicimos muchas cosas, mezclamos un villancico francés con
uno español y lo cantamos en la iglesia con una orejas navideñas preciosas,
hicimos una fiesta de despedida genial para Sergio y para Pedro ¡incluso
comimos creps!, preparamos nuestros talleres de repaso con dictados explosivos
y muchas pruebas en sobres, creamos algunos rincones divertidos como “el rincón
de la opinión” o el “rincón del enriquecimiento”. Comimos tartas de cumpleaños,
y unas magdalenas buenísimas que hizo Samantha. Fuimos de excursión a la Charca
y leímos un libro que nos encantó, os acordáis? El circo de Baltasar nos hizo
soñar despiertos.
Sin quererlo, cuando mejor estábamos, cuando teníamos
mil planes y alguna excursión por hacer, llegó el confinamiento. Este año sin
duda ha sido diferente, pero eso no quiere decir que no haya sido bueno. Para mí,
siempre será especial, lo recordaré por ser mi primer año de trabajo (y también
mi primer año de teletrabajo desde casa).
Todo lo bueno se acaba, pero antes de despedirme
quiero dejaros algunas recomendaciones para este verano:
· Leed
todo lo que podáis, no como una obligación, sino como una manera de aprender a
soñar despiertos, a viajar sin salir de casa.
· Sé
curioso, investiga lo que no sepas, aprende palabras nuevas, busca experimentos
y hazlos. Tenemos mucho tiempo.
· Disfruta
del tiempo libre fuera de casa, este año hemos sabido lo que es estar
encerrados una temporada. Si vais a la playa, disfrutad del mar, andad por la
orilla, mirad el atardecer… ¡Ya mismo es septiembre de nuevo!
· Escribidle
a vuestros compañeros, preguntad cómo están, haced planes juntos, disfrutad del
tiempo.
· Repasa
todo lo que este curso te resultó difícil o mejora lo que ya se te da bien.
¡Puedes hacerlo!
· Ríe
mucho. Con tu madre, con tu padre, con tus abuelos, con tu mascota, con tus
amigos, con tus tíos… Reir nos da años de vida.
Llegados a este momento y como no sé si os volveré a
ver este año o si volveré el año que viene, os doy las gracias a todos y cada
uno de vosotros. Además de enseñaros alguna que otra cosa, también he aprendido
otras muchas de vosotros. Os habéis comportado como auténticos campeones hasta
el último día, os deseo lo mejor a todos. Como siempre, os dejo una canción ya
sabéis que pienso que con música todo es mucho mejor.
Mil besos y un abrazo súper fuerte.
Seño Julia.